¿NO DEVALUAR EL DINERO ARGENTINO?

Es interesante el artículo http://www.lanacion.com.ar/1622012-medidas-alternativas-para-no-devaluar-la-moneda que no me convence por ser dirigista o por no entender yo a los economistas argentinos manipuladores de la economía.  Siendo para mi el dinero – o «moneda» algo fundamental para el funcionamiento social y político, ademas de económico, lo importante es «medir» el valor de todos los bienes y servicios que existen en el planeta tierra, utilizando aquel valor que se considera mas estable a lo largo del tiempo. Hasta comienzos del siglo XX, el otro funcionó como patrón monetario exitoso, aunque también la plata había sido útil antes, especialmente en Gran Bretaña. Mas la globalización entiendo provocó la Gran Recesión mundial de 1929, que llegó a Argentina un año mas tarde. Y pareciera que desde entonces, el metal ORO ya no permitió seguir siendo usado como «unidad conveniente de medida» porque había poca cantidad dicho metal para utilizar en las transacciones globales. Por descarte, el dolar norteamericano se afianzó como moneda mas confiable del mundo, incluso no teniendo ya respaldo oro desde hace casi un siglo. Pero los norteamericanos saben vigilar que su símbolo monetario se mantenga lo mas estable posible, y cuando algún evento extraordinario exige emitir papel moneda en cantidades alarmantes – tipo una guerra – se desvaloriza el dolar en una porción razonable, que no impide que los norteamericanos y el resto del mundo sigan considerando al dólar como el sucesor del oro para medir valores constantes con seriedad.

Argentina no tenemos moneda seria, porque el negocio de los economistas dirigistas es aconsejar modelos foráneos de moneda, sin advertir que las instituciones nuestras no son tan firmes como las norteamericanas. Cualquier Presidente ladrón puede en Argentina ordenar al Banco Central que imprima dinero argentino en forma inflacionaria, y ni la Corte Suprema de Justicia Nacional, ni tampoco el Congreso Nacional tienen seriedad y capacidad moral o conocimientos para entender que sin moneda confiable, es imposible retener el ahorro nacional en el país, y atraer inversiones extranjeras serias.  Carlos Menem intentó usar al valor del dolar con su famosa convertibilidad de un peso igual a un dolar – cada peso convertible tenia un dolar físicamente depositado en fideicomiso con el Banco Central, para que los tenedores de pesos convertibles supieran que jamas el dinero argentino perdería valor frente al dolar, porque su valor era siempre el del dolar – mas el sistema fracasó después de Menem. Por dos razones: no se entendió que al usarse un patrón monetario extranjero para medir, era importante impedir que los bancos locales prestaran dinero a tasas excesivas. En Argentina con la convertibilidad, la tasa bancaria de interés en pesos convertibles llegó a ser de alrededor del 21% anual en dólares, algo alto y leonino, porque empobrecía a los deudores a costillas de los bancos acreedores. Por eso, Menem no lo advirtió, su sucesor de la Rúa tampoco, y la derecha peronista se las ingenió para hacerle un golpe de estado no militar para reemplazarlo por un Presidente no votado, que terminara con la convertibilidad, y ayudara a los amigos del Duhaldismo y Alfonsinismo a partir de enero 1 de 2002. Pero antes Fernando de la Rúa y Cavallo habían destrozado la credibilidad del sistema financiero argentino, con su criminal corralito bancario, desde el 1 de diciembre de 2001, que en pocos días motivó repulsa popular y dio  ocasión para expulsar suciamente al Presidente enfermo e inútil de la Rúa. Y también se expulsó a Adolfo Rodriguez Saa, el presidente interino, que cometió el «error» de decir desde el Congreso que mantendría el valor de la moneda (uno a uno con el dolar), y esa frase motivó que también lo expulsaran los archi devaluacionestas argentinos, para que se produjese el enorme ajuste monetario, que en a partir de enero 1 de 2002 en un día implicó devaluar el cien por ciento al peso frente al dolar, y para agosto de 2008, la devaluación llego a 4 pesos no convertibles pro dolar. Obligando así a que Duhalde tuviese que llamar a elecciones antes de lo planeado, ly bastó anunciar eso para que el precio del dolar bajase a tres pesos, circa. Tipo ce cambio que duro incluso los primeros años del kirchnerismo, pero terminó cuando los K, creyeron que habían inventado un gran sistema financiero para perpetuarse en el poder, y comenzaron a emitir dinero en forma creciente, y a NEGAR que existiera inflación.

Para tener economía sensata, habría en Argentina  que medir obligaciones y contratos con el valor o commodity mas serio posible, y sobre todo, cuya fabricación no dependa del gobierno argentino, porque es obvio que nuestros gobernantes utilizaran la emisión monetaria para seguir robando gratis a la sociedad.

Ergo, discrepo con el economista autor del articulo comentado: el dinero argentino tendrá que depreciarse frente al dolar y las demás monedas serias y también frente a las restantes commodities. Aunque los economistas argentinos digan lo contrario, el ajuste tendrá que venir, porque la economía argentina durante el kirchnerismo y cristinismo ha sido saqueada por presidentes incapaces, El y Ella, y las cuentas no cierran porque nadie las controla. En octubre 27 próximo la sociedad votaremos diputados y algunos senadores nacionales, y esperemos que los kirchneristas pierdan votos, porque han cometido demasiados errores y delitos. Ojo, emitir dinero en forma abultada sin permiso del Congreso es delictivo, y aunque la Justicia no lo acepte como tal, esa emisión es fraudulenta y se usa para enriquecer a pocos amigos del Poder, a costa de la desvalorización del dinero con el que se pagan los salarios y las pensiones a los jubilados. Muy pocos demasiado ricos, y una enorme cantidad de gente que vive  peor de lo que estaría si hubiésemos tenido gobernantes sensatos y honestos durante la era kirchnerista.